En qué está el futuro de Antioquia?

Cuando discutimos las distintas variables que pueden dar respuesta a esta pregunta, algunos decían que el futuro de Antioquia estaba en la minería; otros que en el sector agropecuario; algunos otros que en la industria manufacturera, etc., etc. Sin embargo, después de un largo análisis la conclusión fue unánime: la pregunta sólo tiene una respuesta verdadera y es que el futuro de Antioquia esta única y exclusivamente en el HOMBRE.
Todos sabemos que son tres los factores que intervienen en la producción: tierra, capital y trabajo. De estos tres factores el principal, el esencial, el indispensable para cualquier producción o proceso, es el trabajo; los otros dos son simples instrumentos. Por lo tanto, es el hombre el que determina qué se produce, y cuando y cómo se produce. Porque: ¿Quién es el que produce?¿Quién es el que crea? ¿El capital? ¿La tierra? No sólo crea, sólo produce el HOMBRE.
El futuro de Antioquia está en ese mismo hombre de espíritu fuerte, emprendedor, soñador y honesto que ejercía el liderazgo en Colombia, y que hoy se encuentra prácticamente marginado debido al proceso de degradación humana que estamos sufriendo.
Hoy cuando hay ausencia de virtudes; cuando todos los caminos son buenos para obtener el lucro personal; cuando el éxito del hombre se mide únicamente en términos monetarios; cuando los dirigentes sobreponen el bien particular al bien general o social, Antioquia tiene que tratar, por todos los medios posibles, de rescatar su mayor patrimonio que es el “hombre antioqueño”. No olvidemos que la grandeza de Antioquia ha sido y será la grandeza de su raza.
Como decía el poeta Jorge Robledo Ortiz, cuando hay tempestad sobre la cumbre; cuando esa tempestad amenaza a todos los hijos de nuestra querida patria, las enseñanzas a nuestros hijos han de tener estatura de montaña para no tener que huir cobardemente.