"Mariachi"

La muerte de Luis Alberto Zapata, sin alcanzar sus 50 años, se sintió en La Ceja.
Cuando una muerte refleja todo ese sentimiento, fue porque se tronchó una vida que irradió mucho.
“mariachi” se ganó su sobre nombre porque fue un virtuoso de la música mejicana. También lo llamaron, en Medellín y en Bogotá, “El Rey del Corrido”. En efecto, se portó como un verdadero Rey. Alternó nada menos que con José Alfredo Jiménez y Alicia Juárez, en escenarios de calidad musical.
Le conocimos en Medellín, como voz primera del Mariachi Guadalajara. Apetecido en el mundo de la farándula y en los clubes sociales, este pueblero se fue al puro copito de la sociedad medellinense.
Entre las composiciones suyas se destacó “Cambalache”, sonoro, bullanguero y alegre en la nota.
Como músico tenía un alma sencilla. Su carácter tenía un imán humano que atraía gente. Por doquier Luis Alberto estaba rodeado de amigos que familiarmente le llamaban por su nombre de pila popular: “Mariachi”.
Pero “Mariachi” se fue para siempre y dejó hondo pesar, un vacío se sintió en La Ceja. Su féretro, en el cementerio, recibió un emocionado homenaje de sus colegas. Un lindo arco triunfal hicieron sobre su ataúd muchas guitarras, como que si ellas lloraran al músico alegre, al `pueblero de entraña.
Un adiós para “Mariachi”. Una oración por su alma. Deja todo un pentagrama de amigos que siempre le recordarán con ternura infinita, y La Ceja, tierra musical, seguirá espigando otros tantos valores que rasgarán los tiples y pondrán talanqueras de bambucos.