Jesuitas cejeños

En el año del centenario del Colegio San Ignacio, de Medellín, vale la pena relacionar la vinculación que la Compañía de Jesús ha tenido con La Ceja, los jesuitas cejeños y los exalumnos ignacianos. Por el año de 1928, los jesuitas tuvieron la primera propiedad en La Ceja. Compraron la finca El Jordán al señor Ricardo Maya; posteriormente compraron la finca San José, en Chaparral, al Dr. Braulio Henao Mejía, finca que aún conservan para las vacaciones de la comunidad. Hacia 1950 compraron La Floresta, finca de Francisco Vélez A. y L Sabaneta al Dr. Eliseo Velásquez M. En La Floresta edificaron el noviciado san Estanislao de Koska, de tal magnitud, que a la llegada de crisis de vocaciones sacerdotales quedó vacío, y hubo que trasladarlo a Medellín, en edificios modestos, por la Cínica Cardiovascular Santa María. Este edificio y parte de la tierra fueron vendidos a Prosocial, y el ex ministro González Mosquera, “cejeño emérito”, prometió convertirlo en el Sena-La Ceja, pero hasta allí llegaron sus intenciones. Parte de La Floresta y La Sabaneta fueron vendidas hace algunos años a Horizontes.
Le quedaron a la Compañía, en La Ceja, la finca San José y la Casa de ejercicios La Colombiere, con un magnífico trabajo espiritual.
Todo niño acólito de la Parroquia que, bajo la dirección del sacristán, señor Alejandro Marulanda, llegaba la juventud, y al cual el P. Gonzalo Londoño ponía los ojos pasaba al Seminario, y puede decirse que el 90% de los sacerdotes cejeños fueron acólitos, pertenecen al clero secular y varias comunidades, pero sólo en 1934 salieron los primeros cejeños a estudiar en la Compañía de Jesús.
Fueron ellos Alberto Maya Bernal (Papeto), hijo de carlos y María, y Antonio Bernal Londoño, hijo de Juan Pablo y Rosa María. Unos meses después salieron Gabriel Ángel Uribe, Donato Duque Patiño y Jesús María Londoño. Los primeros salieron en un viaje expreso del Zahorí, conducido por el Mono Toro y fabricado en los talleres de Bernardo Cardona y su hijo Max, con los herrajes de Rogelio Chica.
Luégo el viaje se hacía de Medellín a Puerto Berrío, en tren, barco a Salgar, y tren a Albán, Bogotá y Santa Rosa de Viterbo.
De estos cinco aspirantes, sólo hizo toda su carrera sacerdotal el P. Antonio Bernal, Alberto Maya por tragedia familiar, se retiró de la Compañía, y después de salvar múltiples obstáculos volvió y está de hermano coadjutor de la Compañía. Donato Duque terminó abogacía en la Bolivariana, Jesús María Londoño volvió a La Ceja, lo mismo que Gabriel Ángel, y fue bien poco lo que le aprendió a la Compañía.
Posteriormente entraron a la Compañía, y permanecieron en ella, os siguientes hijos de La Ceja o hijos de padres cejeños: Jaime Vélez Correa, hijo de Gonzalo y Paulina; Fernando Londoño Bernal, hijo de Joaquín Emilio y Juliana; Germán Bernal Londoño, hijo de Juan Pablo y Rosa María, recientemente fallecido; Eugenio Montoya Arango, hijo de Manuel (el Capitán) e Isabel.
Son, pues, pocos los jesuitas cejeños y no sobra una semblanza de ellos: P.Jaime Vélez Correa: doctor en teología, profesor, filósofo y ahora politólogo con su reciente editorial de la Revista Javeriana “¿Si no es López, quién?”. P. Antonio Bernal Londoño: fue prefecto en los colegios de Barranquilla, Medellín y Manizales, fundador de ASIA Ignaciana, es Rector del Bachillerato Nocturno de San Ignacio, Ecónomo de Provincia, y semanalmente viene a La Ceja. P. Fernando Londoño Bernal: fue socio, Provincial, Rector de San Ignacio, es vicerrector de la U. Javeriana y ha sido delegado por la provincia colombiana a la Congregación General de la Compañía, algo así como el Cónclave Vaticano, donde nombran al P. General de la Compañía. El P. Germán Bernal Londoño: profesor de la Javeriana y actual director de la Santa Misa por televisión, los domingos. H. Alberto Maya Bernal: fue durante 15 años ecónomo-administrador del Pío Latinoamericano, en Roma. Durante el Concilio Vaticano II, atendió con rara eficiencia a cientos de Cardenales y Obispos que se hospedaron en dicha Universidad. Actualmente está en la Casa san Pedro Claver, en Cartagena; H. Eugenio Montoya Arango: el ganadero, administra finca y ganados de la Compañía en el Alto Sinú y Arboletes. “Lo que se hereda no se hurta”.
Los bachilleres ignacianos oriundos de La Ceja no son muy numerosos. Otros colegios de Medellín, como el San José de los HH. CC. Y las Universidades, tuvieron más acogida. Según el Anuario Ignaciano del año 1980, son los siguientes, con el año de promoción:
Juan Bta. Vieira Jaramillo (31)
Bernardo Vieira Jaramillo (34)
J. Arturo Valencia Restrepo (36)
Jesús Bernal Vélez (Pbro.) (38)
Juan Bta. Vélez Henao (39)
Miguel Vélez Henao (40)
Tomás Bernal Londoño (42)
Luis Javier Vélez Henao (46)
Francisco A. Vélez Correa (47)
Juan Pablo Bernal Londoño (47)
Antonio Vélez Arango (47)
Bernardo Uribe Londoño (50)
Juan Bta. Londoño Bernal (51)
Juan de D. Vélez Arango (51)
Bernardo Bernal Londoño (55)
Pedro A. Toro Giraldo (58)
José Fdo. Vélez Vélez (62)
Ramiro Vélez Vélez (62)
Mario de J. Carmona Osorio (77).
Felicitaciones al Colegio San Ignacio en su Centenario. Hasta pronto.